viernes, 11 de junio de 2010

Informe de Batalla: Demonios vs Orkos (Thoran)


Tras sus dos recientes victorias, los Musgüalkers habian decidido que era hora de empezar a crear problemas en las zonas circundantes. Ya que necesitaban tiempo para descubrir que es lo que los ancestrales pobladores habian ocultado en Macarion.


Tras sopesar cuidadosamente sus opciones, Llirhtan (Tejedestinos), se decanto por Thoran, y la gran presencia Astartes que habia en la zona. Aun asi, mientras buscaba un culto desde el que aparecerse a los seguidores del Emperador, tropas de las Leman Lerh del Emperador defendian una posicion frente a una horda orka.


Llirhtan, reteniendo a Monty y Georgy (Escribas Azules), y a Emergal “el Decapitador” (Despojacraneos) decidió que la masacre seria tan buen lugar como cualquier otro para hacerse presentes. Ademas, era probable que los supervivientes no estuvieran preparados para enfrentarse tan pronto con un rival de su talla.


Pronto quedó claro que pese a toda su potencia de fuego, las tropas imperiales no iban a poder detener la marea verde. Llirhtan, dividiendo sus tropas para presentar un bloque contundente desde el inicio, materializó Aplastadores y Aplastaalmas junto con Emergal frente a unos sorprendidos Orkos, que no reconocieron el problema que se les venia encima.


Nada mas materializarse, Llirhtan y los Aplastaalmas localizaron rapidamente las amenazas blindadas, que podian llegar a ser un problema para sus tropas. Pronto, rayos de sobrecargada energia disforme destrozaron sin piedad lata tras lata, arrancando pedazos de blindaje casi sin dificultad.


Los Orkos pronto reconocieron los principales peligros que tenian enfrente, y la presencia de un Señor de la Transformacion con dos Cabezas parecia bastante peligrosa. Pero Tzeentch protege a los suyos y Llirhtan soporto sin problemas aparentes descarga tras descarga de absolutamente todas las armas del ejercito Orko, cuando el humo se disipó, el poderoso gran demonio se alzó y llamó al resto de sus tropas, que aparecieron entre volutas de humo azulado. Monty y Georgy, junto con sus incineradores comenzaron a disparar proyectiles de fuego disforme abriendo grandes brechas en la cerrada formacion orka.


Llirhtan y los Aplastaalmas desintegraron dos Latas mas, mientras que los Aplastadores se preparaban para asaltar al grueso de las tropas Orkas. Por el momento todo se desarrollaba como el Gran Manipulador habia previsto.

El Kaudillo Velet’Ah, junto con su escolta de Nobles Motoristas, se lanzaron contra el Aplastaalmas del flanco derecho, y en ese preciso instante, Llirhtan supo que ese error, habia condenado a los pielesverdes. Todo se complico innecesariamente, un trozo de roca, propulsado por la rueda de una moto, hirió a uno de los nobles, retrasandole un poco, el Kaudillo, presenció su muerte aplastado por la gigantesca garra del Aplastaalmas, al tiempo que el Doktor sufria el mismo destino. Perdido el empuje por la falta de su lider, los restantes nobles no lograron impactar lo suficiente sobre el ancestral bipode.


Mientras, Llirhtan volvio a soportar una descarga de fuego brutal, sin que la sabia criatura pareciera notarlo. Y en el otro ala de su ejercito, unos Portadores de Plaga junto con el otro Aplastaalmas, detenian sin problemas el asalto de una gran peña Orka. La situacion se estaba complicando y no parecia haber un ganador claro, aunque Llirhtan tenia un ás en la manga.


Situo a Monty, Georgy y sus Incineradores al frente de las tropas, listo para presentar fuego indiscriminado, hizo avanzar a Emergal y sus Aplastadores, y se situó justo detras de ellos. Entonces toda la astucia infernal del Manipulador Supremo se hizo presente, Monty y Georgy pavanearon a una grandisima Peña Orka, al tiempo y sin discutir para nada, unieron sus disparos al resto de los incineradores para ablandar a otra gran Peña. Unas diablillas hicieron acto de presencia frente a los asustados Gretchins, que decidieron retirarse. Y Emergal y sus chicos dieron rienda suelta a la ira que habian estado conteniendo, asaltando a la gigantesca peña al tiempo que tambien lo hacian sobre las tropas que tenian trabados a los Portadores y al Aplastaalmas. En una injustificada carniceria, trozos de orko volaban aqui y allá, bien destripados por los blindados Juggernauts, bien envenenados por tóxicos portadores. Cuando el empuje del asalto se relajó, 16 orkos habian pasado a mejor vida, y sus compañeros decidieron que no era el momento para quedarse a llorarlos.


Los Orkos, sin el liderazgo del Kaudillo para continuar la lucha, comenzaron a abandonar las pocas posiciones que todavia mantenian, cediendo la posesion del campo de batalla a los Demonios.


Una vez mas, Llirhtan habia triunfado, su camino hacia la gloria estaba allanandose.

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