jueves, 17 de junio de 2010

Informe de Batalla: Moradores de Apolion vs Ángeles Oscuros (Numea)




Tras la batalla con los Tiránidos y los pertinentes rituales con los restos del Crucero Merkavia II, Anilom Ziur había conseguido mantener estable un portal demoniaco en las ruinas cercanas a la Colonia Mirr V, durante dos días viajó con sus tropas más afines hacía Uthen Ravos en busca de un punto alto donde establecer un sistema de control y vigilancia demoniaco que fortaleciese el vínculo con la disformidad en todo el sector, mientras tanto, otro destacamento de sus fuerzas viajaba a la Colonia Tharus donde parecía haberse detectado una llamada oscura.


El grueso del ejército se quedó custodiando el portal mientras una facción liderada por los Príncipes Demonio “Marduk” y “Zitheron” se dirigieron al suroeste del sector para establecer una base fronteriza con la cual controlar el posible tránsito y acceso al sector pues era la única zona sin montañas y por la que podrían pasar desapercibidos grandes contingentes de tropas sin mucha dificultad.

Al llegar comenzaron a construir una fortificación y varios puntos de control, al alcanzar unos diablillos exploradores el tejado de una vieja fábrica para invocar una de las puntas del sistema de escáneres de los marines del caos un zumbido altero las mentes colectivas del destacamento del Caos, lo que parecía una vieja catedral al otro lado de la frontera, era en realidad una base habitada por algún capítulo de sus viejos hermanos.

Zitheron lanzó al aire una serie de golpes con su guadaña, mientras con su garra dibujaba símbolos astrales en el suelo que se fundían a su paso, una serie de imágenes revelaban como les habían detectado desde su base y habían solicitado apoyo a un crucero cercano, por los atuendos de los marines de las imágenes averiguaron que se trataba de un reducto de los no perdonados…

Zitheron exclamó: ¡Malditos cobardes que temieron la ira del Emperador!, ¡ya deben estar cerca!.

Los marines rápidamente acudieron a sus posiciones de batalla, mientras Marduk “cantaba” una extraña canción que atrajo una serie de nubes oscuras se apresuró por todo el firmamento y un fuerte aparato eléctrico acompañaba la marcha del Caos como tambores de guerra.

En los escáneres de los vehículos detectaron la presencia de lo que pudiese ser un Land Raider que avanzaba hacía ellos entre escombros y edificios viejos, estaba muy cerca, del cielo varios rayos impactaron fuertemente en un viejo almacén de mercancías varias decenas de kilómetros al sur del campamento del caos, lo que parecieron relámpagos en realidad eran extraños caóticos veteranos que confirmaron contacto visual con la amenaza.


Zitheron y Marduk dieron las órdenes de batalla y se dispusieron a lanzarse a la carga, sin embargo unos destellos inusuales en aquel escenario tormentoso les llamaron la atención, Zitheron lo ignoró y se lanzó al vuelo contra la amenaza del Raider, Marduk sin embargo que conocía muy bien a sus viejos hermanos no desprecio aquel resplandor y se lanzó contra el, conforme se impulsaba para alzarse en vuelo, un misil impactaba en su pútrida y abotargada carne arrancando un gemido de dolor, ahora si que sentirían la ira del caos.


Por su parte los Rhinos avanzaron a toda velocidad hacía aquellos resplandores y sus ocupantes se bajaron para regalarles una mortal descarga, se prepararon para acribillarles cuando confirmaron visualmente que eran ¡exterminadores!, ¡¿decenas de ellos?, ¡era una ala de muerte! Se enfrentaban a una Ala de Muerte, esto más que miedo hizo que apretaran con más fuerza sus bolteres y se esforzaran por afinar la puntería a los puntos débiles de sus viejos hermanos pues bien sabían que era y que potencial tenía aquello que avanzaba implacable hasta ellos.


Abrieron fuego con un grito atronador solo ensordecido por la rabia que escupían las demoníacas bocas de sus armas a lo lejos veían como impasibles iban avanzando hacia ellos aquellas siluetas, haciéndose poco a poco más y más grandes, el paladín de la escuadra ordenó que concentraran su fuego en el embudo que hacía el terreno y que disparasen las armas especiales a su señal, así lo hicieron y una verdaderas cortinas metálicas avanzaban hacía aquellos exterminadores como olas de mar que rompían en una bahía, entonces en ese momento el paladín grito: ¡Apolion!, era la señal, 4 rifles de fusión soltaron su letal carga que viajaba raudamente a su destino, vieron como las cargas de los rifles atravesaron con fuerza a uno de aquellos hombres impulsándolo con gran fuerza contra una pared de piedra atravesando en parte esta.

En aquel instante Marduk cayó en picado sobre uno de aquellos exterminadores sobre la punta de su gran espada oxidada partiéndolo en el acto por la mitad a él y a su escudo, una sonrisa aterradora se dibujaba en su rostro mientras pronunciaba: ¡Esta noche vuestras almas serán mías y vuestros cuerpos mis esclavos!, blandió un golpe circular con su espada y nuevamente cercenó la cabeza de otro de aquellos hombres, mientras se regodeaba con el festival de muerte que estaba creando escuchó: ¡A sus órdenes hermano Lucius! Con gran ferocidad y rapidez digna del propio Averno corrió un exterminador hacia Marduk a toda velocidad con movimientos de Zig-Zag esquivaba los pesados golpes pero raudos y afinados golpes de su arma, Marduk sonrió, se había enfrentado a rivales mucho peores, lanzó un golpe de señuelo hacia un lado y se volteó dando una batida de alas y un golpe diagonal con su espada, el exterminador esquivo el golpe falso y la onda de aire producida por las alas del Demonio consiguió desequilibrarle un fuerte quejido surgió de su armadura cuando el metal de la espada de Marduk arrancaba de cuajo una hombrera de este, pero ¡no lo había matado!


Se inclinó hacía atrás sobre sus rodillas evitando parcialmente el golpe y con todo la energía de su armadura se propulsó en un salto de gato lanzándose sobre los tobillos del demonio con sus cuchillas, un par de golpes bastaron para hundir las garras profundamente en los tendones de Marduk el cual rebotó otro gesto de dolor, la rabia fluyó más que nunca por su abotargado y enorme cuerpo y con un giro golpeo con su enorme puño a aquel mártir que fue a morir a los pies de los escudos de sus hermanos, al ejecutar este golpe se dio cuenta de que aquellas heridas le impedían moverse aquel maldito le había puesto las cosas difíciles, pero aún tenía trucos suficientes para limpiar a aquella escoria.


Lanzaba golpes aquí y halla mientras pronunciaba extraños cánticos y su cuerpo se teleportaba de un lugar a otro, los exterminadores se replegaban hacía atrás intentando evitar correr un destino fatal, en aquel momento una segunda escuadra de exterminadores consiguió abarcar y rodear los lugares donde aparecía el Demonio, esperaron a que lanzase su golpe para pararlo con un escudo y descargar una lluvia de golpes de martillo contra él, la táctica funcionó a la perfección y de un golpe en la cabeza el Demonio dejó de moverse aquella extraña forma sus tendones estaban cortados y no reaccionaba con la fiereza de antes aún así consiguió ensartar a uno de los exterminadores que se abalanzaban sobre el pero no pudo apartarse del resto y lo golpearon rítmicamente hasta su cráneo se hizo uno con el suelo.

Al otro lado de la vieja fábrica Zitheron volaba raudo al combate mientras el Land Raider de los Berserkeres y el Rhino de los plagosos avanzaban tras el, enfrente de ellos un amenazante Land Raider Cruzado rugiendo y aplastando escombros mientras avanzaba, Zitheron no se lo pensó ni un segundo y descargó su fatal rabia contra él, paró el avance de la máquina con un golpe a ambas manos de su arma lo que provocó un fuerte estruendo entre metales y el hundimiento de los tobillos del Demonio en el suelo, a continuación golpeó varías veces la puerta frontal que se abolló considerablemente, acto seguido clavo su espada en la puerta del Raider y arrancó las cadenas de las orugas con sus manos.


Los exterminadores bajaron por las puertas de emergencia mientras el Demonio hacía destrozos con la máquina un misil impactó en la espalda de este y le advirtió de que sus enemigos estaban listos para brindar su sangre al dios oscuro, sin embargo de entre todos ellos, destacaba una presencia, una mirada brillante y llena de rabia se choco con la del Príncipe que empezó a recitar unas palabras y comenzó a moverse con una tremenda rapidez que hacia al resto parecer estáticos peones de tablero de ajedrez, todos menos uno, aquel cuya mirada rivalizaba en ardor con la del Príncipe, Zitheron sabía que debía darle muerte por la gloria de los Dioses Oscuros. Aquel exterminador corrió hacia la bestia ensalzando con monásticas letanías las glorias de su capitulo y profiriendo contra el Caos, mientras esquivaba la oruga del Land Raider y los golpes de la garra del Demonio, encendió sus cuchillas que eran de algún material y energía, a esto el Demonio a su vez enrabiabase con cada golpe desviado de su blanco y usó todo su terrible poder y fuerza para desatar un devastador golpe circular con toda la longitud de aquella oruga de termiacero, el exterminador con agilidad felina en un movimiento digno de todo elogio logró clavar en la cadena una de sus cuchillas mientras esta pasaba, un fuerte tirón hizo crujir los mecanismos de su armadura y se elevó del suelo junto con la cadena del tanque, en el momento preciso soltó la cuchilla de su armadura con lo que se elevó por encima de la altura del Demonio a la vez que este pensaba que lo habría catapultado contra alguno de sus hermanos y no lograba a alcanzarlo con la vista.


Con un giro magistral en el aire el exterminador consiguió colocarse en una posición perfecta para asestar mientras caía y con una letal destreza hundió toda su cuchilla de energía en la garganta del Príncipe Demonio quedándose clavada en ella, soltó la cuchilla de su armadura dándole por muerto mientras caía al suelo de nuevo.


El Príncipe malherido con un giro de muñeca y un fuerte movimiento dirigió cual látigo una oruga del Land Raider contra el exterminador, el cual no esperaba de forma alguna aquel resurgir inhumano y quizás aunque lo esperase, el movimiento y las magnitudes del arma eran tan enormes y sobrehumanas que poco más hubiese podido hacer, golpeándole fuertemente el pecho y propulsándolo varios metros hacia la puerta frontal del Land Raider donde quedó ensartado con el mango de la espada del Demonio mientras su sangre tintaba de rojo las blanquecinas puertas de este.


Las hasta ahora voces de exclamación se tiñeron negras: ¡Hermano Luther! ¡Noo! ¡Maldita bestia del infierno mueree!. Los hermanos de aquel valiente exterminador: Luther; se abalanzaron sobre el Príncipe con tal odio y rapidez que a este no le dio tiempo de sacarse la cuchilla para volver a entonar su hechizo de velocidad, siendo presa y pasto de los golpes de aquellos voraces martillos diseñados para volver la propia corpulencia de la bestia contra sí y destrozar carne hueso y maldad con el mismo golpe.


El Land Raider Cruzado parecía vengar la muerte de Luther soltando una magna y colosal lluvia de fuego sobre una escuadra de plagoso que se dirigía a destruirle con sus rifles de fusión esperando que el fragor del combate durase algo más, siendo considerablemente mermados.

Con los dos Príncipes Demonios abatidos, los marines del caos sufrieron un duro golpe, a más pesar para ellos se abrieron paso sobre las nubes tormentosas dos claros llenos de luminosa luz, duró unos instantes y volvió a cerrarse. Dos cápsulas de desembarco de los Ángeles Oscuros aparecían por delante y por detrás del Land Raider de los Berserkeres, de ellos se bajaron dos Dreadnoughts Venerables con un enorme cañón de fusión montado en cada uno de ellos.

En la colectiva mente de aquellos marines del caos comenzaba a brotar la idea del retorno al Averno, de la vuelta al sufrimiento del tormento, a dejar de ser el soporte donde se apoyase hasta entonces la balanza del universo, su señor Anilom, a fallarle en su sagrada misión, a morir como meros traidores sin poder dar a conocer la verdad.

¡No!. Se negaron a aceptar aquella visión. Desde lo más tenebroso de su apagada alma surgió un grito de rabia y de dolor que invadiría sus cuerpos. Quizás hayan caído los Príncipes…….. …… bien, es por tanto hora de que luchen los hombres, no aceptaremos el fracaso como respuesta. Fracasar no es una opción. Hoy nosotros haremos el trabajo. Diablos ya era hora.

Esta idea colectiva pareció consagrarse en el Land Raider de los Berserkeres que sufrió los impactos de los cañones de fusión sin consecuencia alguna, los Ángeles Oscuros habían movido ficha, ahora les tocaba a ellos.


Las compuertas se abrieron y una oleada de Berserkeres corrieron furiosos contra los exterminadores, a sus espaldas la mermada escuadra de plagosos se dirigió hacía uno de los Dreadnoughts. Su paladín grito disparad al puño, lo cual extrañó a los plagosos que pensaban como objetivo principal el cañón de fusión, los disparos volaron sobre el campo de batalla arrancando una junta de la pierna del Dreadnought y volando aquel brazo de combate, su paladín satisfecho los miró y grito: Avanzad!.


A escasos metros los gritos de los Berserkeres y el sonido de sus armas chocando contra capas de ceramíta y plastiacero generaron toda una sinfonía de sangre y muerte, por su parte los hermanos Ángeles Oscuros no dudaron en responder, cercenando con facilidad con sus armas a cada Berserker rabioso que conseguían impactar, tras el incesante intercambio de golpes crueles y el baño de sangre sólo quedaron dos Berserkeres supervivientes a la batalla que corrieron hacia el Land Raider pues ya sus armas no les permitían destruir nada que estuviese a su alcance, había sido una gloriosa ofrenda al Dios de la sangre.


Pero no había sido solo aquella la sangre que se había ofrendado pues el Dreadnought al que asaltaban los plagosos sobrecalentó su arma a costa de derribar con un último disparo a uno de aquellos hermanos infernales, antes de ser destruido a golpes de puño de combate.


En el otro lado del edificio, los plagosos que habían disparado a aquellos exterminadores que dieron cuenta de Marduk, corrieron unos hacía la espalda del otro Dreadnought mientras este disparaba al Land Raider, mientras la otra escuadra subía a su transporte y hacía de tapón en aquel embudo natural mientras habría fuego sobre los exterminadores con sus rifles de fusión llevándose la vida de algunos de estos por el camino.


Los Ángeles Oscuros heroicamente asaltaron al vehículo que bloqueaba su camino intentando ayudar a su veterano hermano metálico. Golpearon fuertemente con sus martillos al unísono con un movimiento tipo “Swing” de tal forma que levantaron y tumbaron aquel cacharro pútrido mientras sus ocupantes lo abandonaban intentando no ser aplastados.


La contra respuesta de aquellos rabiosos marines fue una letal descarga a tan corta distancia que hizo que las protecciones de los hermanos no dieran abasto y un posterior asalto acabó con la chispa de su vida.


Mientras el Dreadnought se defendía a duras penas con todo su armamento destruido y con su sistema motor estropeado de los golpes de los puños de combate, aún así le quedaban arrestos para contener a aquellos infames.


Con el Land Raider Cruzado perdido en una descarga de láser del vehículo de los Berserkeres, los hermanos que aún quedaban en la catedral oscura darían las señales de extracción y de bombardeo exterminio, cuando se retiraban disparando a aquellos marines veteranos que raudos avanzaban y se escondían mientras devolvían el fuego, uno de los murales de la catedral empezó a brillar, entonces vieron como uno de aquellos herejes brillaba y levitaba en el aire, hermano Tigurius derríbelo, gritaron, un misil despegó desde el lanzamisiles impactando de lleno en “aquello”, objetivo destruido hermano Lecarion, contesto el exterminador mientras una explosión de sangre confirmaba la destrucción del objetivo, sin embargo, la sangre antes de caer al suelo se dirigía a ellos muy rápidamente les pasó y se empezó a introducir en aquel cuadro… “Rápido, abandonad las armas, dad la señal ahora!. Una mano enorme agarró al exterminador, de aquellas pinturas corrompidas brotó una bestia inmensa, Marduk había logrado volver del Averno pero solo lo lograría si enviaba las almas de aquellos hombres como moneda de cambio y no estaba dispuesto a incumplir su pacto demoniaco.


Así que descargó su furia con crueldad sobre aquellos marines hasta consumir la ultima gota de sangre de cada uno de ellos, se dirigió hacía dentro donde el último exterminador había introducido los códigos de confirmación y lo atravesó de cuajo apartándolo de allí, una voz sonó por el intercomunicador preguntando por el desarrollo de la batalla ya que sus sistemas no podían discernir nada con aquella tormenta de tan fuerte aparato eléctrico, Marduk imitó la voz que oyó de Lecarion y contestó, objetivo exterminado, herejes purgados.


La voz del otro lado del intercomunicador, dirigió unas palabras de felicitación y anuncio la cancelación del envío de refuerzos.

Los marines del caos habían conseguido fortalecer las fronteras del sector.

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